La Inmunidad


La inmunidad está presente en la mayoría de nosotros de manera natural desde la gestación, producto de la transferencia de los anticuerpos maternos  a través de la placenta, protegiéndonos contra infecciones bacterianas. Posteriormente con nuestro crecimiento vamos adquiriendo otro tipo de inmunidades de manera artificial, como son las diferentes vacunas que recibimos provistas por los centros de salud de manera gratuita. Beneficio al que todo ecuatoriano tiene derecho.

Una vez alcanzada la mayoría de edad y en goce de nuestros derechos de ciudadanía, dependiendo de nuestra ocupación tenemos la posibilidad de gozar otro tipo de inmunidades como, por ejemplo, cuando hemos sido delegados a conformar las juntas receptoras del voto en procesos electorales. Los candidatos en elecciones, desde el momento de inscripción de sus candidaturas hasta el día de las elecciones, gozan de inmunidad pero que no les ampara al tratarse de infracciones de carácter electoral ni en casos de delito flagrante.

Otros casos de inmunidad serían los que el gobierno Norteamericano requería para sus soldados en el extranjero, para que gocen de ciertos privilegios y no sean procesados legalmente, o la reciente enmienda a la Carta Magna que el senado Mexicano aprobó, en la cual se elimina la inmunidad legal o fuero al presidente, ministros, magistrados de la Suprema Corte, del Tribunal Electoral y de la Judicatura, para que puedan ser sujetos a procesos penales en caso de presunción de delito.

También tenemos la inmunidad diplomática, beneficios de la cual gozan los funcionarios que desempeñan alguna función oficial en el extranjero o los que estén asignados a  una embajada. Estos beneficios también se extienden a los familiares que los acompañan.

Y no dejemos de lado la inmunidad parlamentaria, la misma que ha sido noticia y recientemente tratada por la Asamblea Nacional. Lo más relevante considero, no es que con 71 votos en contra de 124 legisladores presentes, el pleno de la Asamblea negará el pedido de levantamiento de inmunidad parlamentaria a uno de sus asambleístas para dar paso a demandas penales, sino mas bien que con la votación realizada se haya tratado y expuesto las posturas de los mismos, dejando de lado lo que se leía, que era estrategia del oficialismo de que entrará por el Ministerio de la Ley.

Queda claro que la inmunidad ha estado siempre presente, a manera de protección y  prevención, ya sea en el ámbito de la salud, legal y parlamentaria, pero que ésta nunca sea utilizada para lesionar la vida, la propiedad o la honra de instituciones o personas naturales.

Y cuidado con la rabia que se está experimentando, no sé si por el hecho anteriormente mencionado, sino más bien por la enfermedad mortal que está afectando a los ecuatorianos de cierto sector de la Amazonía, precisamente por no tener la inmunidad necesaria.

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