No es una sino ocho
Nuestras creencias culturales como religiosas nos inclinan a que recurramos a amuletos y talismanes para protegernos del entorno, a depositar nuestra fe en ellos confiando que nos proveerán de lo que consideramos nos hace falta para alcanzar nuestros sueños u objetivos. Así mismo, las aficiones ademas de ocupar nuestro tiempo libre en actividades lúdicas, ya sea por esparcimiento o desarrollo de un talento, nos sirven en estos tiempos como habilidades complementarias en la búsqueda de un trabajo, ya que son consideradas como aptitudes que pueden redundar en un mejor desempeño de una actividad laboral. Habiendo dicho esto, no podemos dejar de lado el hecho de resaltar que requerimos cierto nivel de inteligencia para escoger nuestras creencias culturales, desarrollar nuestras aficiones y realizar nuestras actividades cotidianas. Nuestra inteligencia, como la conocemos, es producto de las diferentes habilidades mentales que poseemos. Lo interesante es que estas habilidades y capacidades