En voz baja

Con la última y reciente filtración de documentos por alguien que ha ganado notoriedad por revelar el accionar de una de las mas grandes organizaciones de control y seguridad del mundo, se ha develado lo que de una u otra forma ya sospechábamos que era posible de realizar, emulando a las mejores películas de espionaje, con las cuales nos entretenemos por sus avezadas hazañas y a su vez actualizamos, de lo existente en el mundo en todo ámbito.

Pero son éstas mismas películas que nos hacen reflexionar sobre las capacidades que tienen éstas personas, definitivamente especiales, dramatizadas en su mayoría por actores famosos o en camino de serlo, dependientes de organismos o agencias controvertidas por su capacidad de control e infiltración.

En estos tiempos en los que se ha escandalizado sobre el espionaje realizado por instituciones u organismos de seguridad por parte de países con la capacidad de acceder a nuestra información, ¿qué nos quedaría por hacer para ponernos a buen recaudo?


Evidentemente para las personas, instituciones, países cuya información calificada de secreta, que puede estar siendo monitoreada o aun peor filtrada, se crea un escenario critico, que debe urgentemente ser replanteado en cuando a su seguridad. En cambio para el común de los ciudadanos, como la mayoría de nosotros, no es menos cierto que la preocupación adquiere otro matiz.

La internet, la red de redes, a la cual cada día tenemos más acceso por diferentes medios predominando los dispositivos móviles con la aparición de los teléfonos inteligentes o las ya famosas tabletas, y un creciente número de aplicaciones, nos ha interconectado de tal manera que a su vez nos expone a ser un blanco registrable de nuestras actividades cotidianas como información que disponemos. Seriamos ingenuos al pensar de que no hemos sido espiados de alguna manera tradicional o electrónica, directamente o indirectamente.

Según las estadísticas el número de ecuatorianos que acceden a la internet se ha incrementado significativamente en los últimos años, habría que determinar cual es el mayor uso que se le está dando a esta herramienta y las aplicaciones que funcionan sobre la misma, para implementar las estrategias de seguridad que ha futuro minimicen la exposición a los riesgos mencionados.

Pero el escrutinio tecnológico no es el único al que estamos expuestos, obviamente es el que en estos tiempos más está captando la atención, por los últimos sucesos que han transcendido de manera internacional. Sin embargo desde los albores de la historia a existido la acción de obtener información previa privilegiada, que obtenida de manera clandestina, se la denomina espionaje.

Todos estamos expuestos a que alguien se interese por lo que hacemos, la información a la que tenemos acceso y las estrategias que implementamos a nivel personal como profesional, y utilizarlo para el beneficio de un tercero. Es evidente que debemos ser mas cuidadosos con lo que expresamos, a pesar de sentirnos en confianza de quienes nos rodean o el entorno en que nos encontramos. Hay que saber diferenciar la sensibilidad de la información que manejamos, los comentarios que expresamos y la posible afectación de los mismos.

Así mismo no es nada raro el descuido de olvidar nuestro celular o tableta, el extraviar nuestro pendrive, el dejar abiertas las sesiones de nuestro correo electrónico o alguna otra aplicación, la perdida de nuestras llaves, etc. Son hechos que a mas de uno le ha sucedido seguramente ¿no es verdad? Lamentablemente nunca falta algún "gracioso", por decirlo de esa manera, que se aproveche de esa situación de descuido o falta de seguridad en las actividades que realizamos, pudiéndonos ocasionar una situación complicada, embarazosa o peor aun.

Entonces, no esta demás incrementar la seguridad en las actividades que realizamos, ser siempre cautos y prudentes al emitir comentarios, afirmaciones u opiniones por cualquier medio, tener en cuenta quienes son nuestros escuchas directos e indirectos, de que manera puedan influenciar los mismos, y a lo mejor deberíamos tener presente la frase del legendario actor John Wayne :

"Hablar en voz baja, hablar despacio y no decir demasiado"