Al Final

Toda realización de un evento implica una adecuada administración para su correcta ejecución, dependiendo de la complejidad del mismo, requerirá de una planificación más extensa, etapa que por cierto es la de mayor relevancia dentro todo proceso administrativo y a la que se le suele atribuir más tiempo, debido a que en esa etapa se definen todas las acciones a implementar, inclusive por difícil que resulte las situaciones inesperadas que puedan suscitarse.

Pero la presente no se trata de una clase de Administración, donde se transmite el conocimiento sobre ésta ciencia básica presente en la ejecución de todas las actividades del ser humano y de una empresa o institución, sino mas bien enfatizar que la carencia de una de ellas o su excasa prevención pueden ocasionar al final que el resultado se vea opacado por su desenlace.

No creo ser el único con éste sentir sobre el hecho acaecido, que mas adelante abordaré, pero no está por demás expresar y comentar sobre el mismo, para que a lo mejor en una próxima oportunidad, el resultado final de estos eventos sean como sin duda alguna se planificó, que es entre otros de divertir, promocionar al artista del momento o celebración de alguna festividad local.

Me refería a un concierto al que tuvimos la oportunidad de asistir, al que con la previsión de mi acompañante, llegamos temprano para lograr estar entre los primeros que puedan ingresar a la localidad de las entradas que habíamos accedido. Organizadamente después una corta espera pudimos ingresar, posterior a la respectiva verificación de legitimidad de las entradas a ubicarnos estratégicamente frente al escenario para disfrutar de unos de los mejores conciertos a los que hemos asistido de lo que va del año.

Una vez ubicados en el lugar deseado, aproveché para proveernos de los snacks, serian estos unos sanduches, manís con limón, colas, aguas y chicles, evitando así la aglomeración producto del lleno total de aquella noche debido a la popularidad del artista.

Finalmente saltó al escenario el cantante esperado, que con juegos de luces y múltiples ovaciones fue recibido deleitándonos aproximadamente por dos horas con lo mejor de su repertorio. Emocionados, extasiados y exhaustos, satisficimos nuestro gusto por la música con una esplendida presentación, a las cuales con mayor frecuencia podemos disfrutar. 

Conscientes de los riesgos que se pueden presentar en eventos donde la euforia se manifiesta en su máxima expresión, salimos organizadamente siguiendo al gran número de fans presentes hasta nuestra salida. De verdad la vibra que uno experimenta es difícil de olvidar, pero así mismo lo que no olvidaré, es el otro concierto al que tuvimos avocados de experimentar.

A diferencia del primero este resultó al final ser caótico y hasta peligroso. Donde la organización estuvo ausente, todos pugnando por salir como si se fuera acabar el mundo, acompañados de juegos de luces y un conciertos de pitos, envueltos en una nube de polvo afectando a las personas que buscaban su vehículo, en el lugar donde a su llegada ordenadamente fue estacionado. Este hecho nos tomó por sorpresa, porque su duración fue casi la misma que el primero, pero definitivamente no se asemejó en lo más mínimo.

Para finalizar esto no nos detendrá en asistir a los próximos conciertos, que aunque lloviera esa noche los fans del artista sin duda lo apoyarán con su asistencia llenando los graderíos o sillas, pero si nos hará ser más previsivos y cautos para evitar que alguna situación pueda empañar esa noche.



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