Cien Años

Al pensar en cien años se produce un estallido neuronal que recorre mi masa encefálica conectando las millones de neuronas que aun no han sido afectadas por el estilo de vida de los años de adultez joven o por una afección quizás propia de la edad.

Me recuerda a la novela de “Cien años de soledad” del famoso escritor colombiano Gabriel García Márquez, considerada una obra maestra de la literatura hispanoamericana y universal, que relata el origen, la evolución y ruina de Macondo, una aldea imaginaria. Vale la pena recordar que la primera edición fue publicada en la ciudad de Buenos Aires, Argentina en Junio de 1967 por la editorial Sudamericana y ha sido traducida a 35 idiomas.

Para los estudiosos de la historia les recordará ese prolongado conflicto armado que duró realmente 116 años (1337-1453) entre los reyes de Francia y los de Inglaterra, conocida como la Guerra de los Cien Años, cuyo propósito era controlar las vastas extensiones de tierras de los monarcas ingleses en territorios franceses, culminando con la retirada de la monarquía inglesa.

En mi mente se visualizan las predicciones realizadas en el libro “Los próximos cien años”, pronósticos de los acontecimientos que alterarán el mundo en este siglo, donde se vaticina a una Turquía como potencia económica y marítima que sumado al resurgimiento de Japón alertaran a Estados Unidos. Coincidentemente estos dos países se han visto gravemente afectados por diferentes tipos de catástrofes naturales.

Pero considero que lo más relevante para los ecuatorianos, es que estamos recordando los cien años de actividad petrolera en nuestro país. Actividad que dio inicio el 5 de Noviembre de 1911 con la perforación del primer pozo en Ancón, realizado por la compañía Ancon Oil, operada por ingleses.

Es meritorio mencionar que San José de Ancon fue declarado por el Ministerio Coordinador de Patrimonio, el 5 de Noviembre del presente, Patrimonio Cultural del Estado al conmemorarse un siglo de actividad petrolera del Ecuador. Este pequeño poblado, para los que no lo conocen, situado a orillas del océano Pacífico, a 140 km de la ciudad de Guayaquil, tiene aproximadamente 6,000 habitantes, pertenece al cantón Santa Elena de la provincia del mismo nombre, que fue creada el 7 de Noviembre del 2007.

Haciendo un recuento breve de los hechos históricos para el país, recordaríamos que el 17 de Agosto de 1972, el Ecuador realiza su primera exportación de 308,238 barriles de crudo, vendidos a US$ 2,34 el barril por el puerto de Balao en la provincia de Esmeraldas. Esta primera exportación provino de la extracción de petróleo de la Amazonía, la misma que fue incluida recientemente en la lista de las siete maravillas naturales del mundo.

En 1973 nuestro país pasó a ser parte de la Organización de Países Exportadores de petróleo OPEP. Cabe mencionar que después de quince años de estar apartados de este organismo, a raíz de una decisión en el año 1992 en el gobierno del Arq. Sixto Duran Ballén, se volvió a formar parte en el año 2007, en la presidencia del Eco. Rafael Correa Delgado. 

En el año de 1989, La Corporación Estatal Petrolera Ecuatoriana CEPE se transformó en la que conocemos como Petroecuador.

En Febrero de 1999, el presidente de la república Jamil Mahuad, firmó el decreto ejecutivo por el cual más de un millón de hectáreas en los parques nacionales de Cuyabeno y Yasuní quedaron protegidas de cualquier actividad petrolera, maderera y de colonización.

En Mayo del 2008, el precio del barril de petróleo alcanzó la cifra record de US$131. Según datos del Banco Central al 24 de Octubre del 2011, precio del barril era de US$ 91,17.

La actividad petrolera del país ha generado hechos, análisis y opiniones de toda índole sobre sus usos y abusos, sus beneficios o perjuicios, lo que es innegable es su importancia en la economía del Ecuador y en el financiamiento del presupuesto general del estado. 

La explotación de esta riqueza, conocida como oro negro, continuará beneficiando y financiando el desarrollo económico del Ecuador, por algunas décadas más. Según los estudios realizados en el año 2010, la previsión de reservas que originalmente llegaban hasta el 2028, se extendieron como mínimo hasta el año 2045 pero con los yacimientos aun no explotados. Afortunadamente un 90% de estas reservas sin explotar se encuentran bajo el control del Estado.

Es decir, que solo 34 años más de actividad petrolera nos resta al país, por eso es mandatorio que las inversiones estén orientadas a la investigación e implementación de otras fuentes energéticas, que por nuestra ubicación geográfica poseemos.